
Hoy he estado tranquila sin necesidad de llorar o reír, no he querido hablar mal de nadie ni cambiar mi verdad; pero mi problema sigue siendo el mismo no sé cuándo rayos empezé a mentir para cubrir mis sentimientos, no sé porque lo hice, si él ya lo sabía...
Ahorita estoy reviviendo gratos momentos, sin embargo, ya no tengo esa facilidad de escribir y que suene plausible sólo escribo con el brillo de mis ojos deseando su perdón... cuestión que no obtendré por causa de su mente estrogenada de bifurcasiones inusuales y no quiero perder más lo que nunca tuve.
Creo, no, es más, debo olvidarte de una vez aunque duela, más que la vez que lloré por el daño que te cause... me pregunto ¿por qué me detestas tanto? me da tanta pena y desolación en mi alma y no sé por qué, a veces creo conocer la causa de mi aflicción pero me niego a aceptar que todo esto sea por ti ... sé que tú tampoco esperas que sea esa la causa pero si fuese así que pasaría ¿me negarías la alegría de tener un poco de misericordia o compasión de tu parte?
Nunca imagine que lo admitiera pero me temo que acabo de ver tus ojos, sí los mismos que en algún instante no me dejaste admirar... si esto hubiese sucedido hace un tiempo atras me hubiera descepcionado, pero es ahora y ya no te guardo rencor por invitarme a danzar entre los recobecos de la ilusión para no estar en el momento Sé que lo entiendes por eso te suplico que me perdones antes de que este dolor destrozé mi amargura inclaustrada de desnaturalizada pasión fría. Sé que no quieres que esto resulte una verdad apaciguada ni una razón inexistente pero necesito de la consolación que sólo tu madita indiferencia sabe otorgarme hasta caer en la locura de creer en ti.
Si algún día crees que eres tú perdóname, si en algún momento quieres búscarme no lo hagas, pues lo que aquí está escrito no será más que tú ilusión de encontrarte a ti mismo.
Cynthia Canto C.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario