
Entrañable y viscoso camina sin destino, minutos antes de su caída pautada…
Qué la ilógica me acompañé y que tus sentidos se apiaden.
Quién escapa a la muerte y nace para siempre,
Quién socorre al ausente y alimenta su negación
Quién teme la absorción perpetúa y se mantiene de pie
Quién alienta la perdida y de pronto sosiega su propia alma.
De la muerte a la puesta en escena,
De la marcha a la vida…
De la causa a la muerte.
El dolor carcome tus entrañas,
la vergüenza debilita el espacio e inmortaliza el momento…
Llora sin valentía y renueva tu alma cada día…
¿Sientes el vacío, entre absorción, olvido y pasión,
O es sólo tu alma recobrando el color?
Hoy ha nacido en tus entrañas la dulzura olvidada.
Valentía, es tu gozo, muestra de orgullo y excelencia pulida…
¡Detengan el secreto! ¡Devuelvan el coraje!
Aviven las almas y sosieguen la pasión.
Es el tiempo más austero y amargamente dulce el que ha de perdurar…
es la ocasión más nítida de elecciones que te han sido confiadas para luchar…
Ansío tu fuerza para que no temas caer,
Espera el momento de tu estandarte alcanzar,
Espera el instante para salvar…
¡No quiero sosobras de ti!
Ya no me distraen derrumbes sin redención,
Aniquila mi ánimo con tu bien elegir, pues
¡No quiero sosobras de ti!
Ansía mi alma tu encanto encontrar…
A menudo cuestiono la magia olvidar,
Recuerda el momento sin relegar, elimina temores y quédate donde estás,
No retrocedas sin antes avanzar, sólo detente y cuenta setenta más uno,
cierra los ojos y entonces… Espera el momento de tu estandarte alcanzar.
Por Cinthia Canto Canto
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