Tratando de ser entre un claro de luna y un humedal de infortunio.
Pensé que amar me ayudaría a creer, pensé que creer en ti me ayudaría a confiar, pero verte partir aunque te quedes congoja mi alma de manera hiriente.
Ya no lloró por dolor sino más bien por falta de cordura e ilusión desmotivada.
Creciendo menguante, en un día sigiloso y llano… mi silencio me corroe y tu nerviosismo te aleja, ya no hablaré sino es por medio de una pausa, ya no hablaré sin el alcance del brillo de tus ojos.
He aguardado por algo que ya no hay, he soñado por quién no existió jamás; y a veces esto me retiene en un compás de disturbio emocional…
Dude que no fuese así, dude en sentido impropio a la salvedad humana, mediante la magia resguardada en tus bolsillos… Ya no te vas y no estás; me quieres de manera instrumental entre tus gustos y mi ausencia, me quieres sólo cuando buscas comprender.
Dónde quedo en la sutil amistad, en que lugar convergen mis sentimientos hacia ti…
Ya no me interesa buscar, ya sé que no encontraré, hasta millones de años luz la nostalgia de un encuentro perdido.
Hoy en menester que devuelva mi vida a las palabras y que arranque la locura de lo sencillo.
Creciendo menguante me has dejado, ya sabes que hablo y remedias con tu voz lo errado de un pasado…
Creciendo día por medio y dejando toda ilusión abatida entre lunas menguantes que suavizan el vuelo de una noche en vela.
Por Cinthia Canto C.
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